Kokoro a la mexicana
Los japoneses son una de las culturas más espirituales, así que no te extrañará saber que ellos acuñaron este término para referirse a la profunda conexión que existe entre el cuerpo y el alma.
La palabra “kokoro” es un término de origen japonés que literalmente significa “corazón y mente” y que se usa para referirse a los aspectos que se realizan con la mente (es decir, usando un proceso cognitivo) y el corazón (o sea, los sentimientos). Sin embargo, este tema que a simple vista parece sencillo ha creado un gran debate en la comunidad científica y religiosa porque kokoro, en realidad representa justamente lo que nos hace humanos.
Indivisible
Para Thomas Kasulis, quien ostenta la cátedra de Investigación Interreligiosa en el Instituto Nanzan, que forma parte de la Universidad Nanzan en Japón, la traducción “corazón y mente” es imprecisa: “podemos decir que kokoro es el centro, tanto de la sensibilidad emotiva como de la cognitiva. Por eso los traductores, a menudo las resumen como “corazón y mente”. El problema de esto es la conjunción “y” porque nos lleva a pensar que kokoro es una función combinada de dos facultades distintas, una afectiva y la otra intelectual, y no es así”. Y es que, para los japoneses, la mente y el corazón son una sola cosa y es la esencia de lo que nos hace humanos y nos separa de las máquinas y de los animales. Para algunos expertos en el tema, incluso, abarca la intuición, esa capacidad de predecir lo que sucederá basados en experiencias previasy en el conocimiento y análi de los hechos. Por lo tanto, kokoro es a la vez algo etéro que se puede demostrar con hechos más que con bases científicas; a pesar de eso, este tema ha logrado suficiente atención como para que surjan hombres de fe y de ciencia que tratan de entender y explicar este fenómeno.
